jueves, 21 de mayo de 2015

Domingo... esférico

vista del Monumento Nacional Guayabo
foto cortesía de Johnny Valverde
Licencia CC - Autoría - No comercial
El domingo pasado tuve la oportunidad de visitar el Monumento Nacional Guayabo en excelente compañía.

La jornada empezó un madrugón de domingo (a las 7 en pie y con buen humor :). Antes de salir protegí la totalidad de mis partes blancas expuestas al sol con crema solar factor +50. El taxista que me llevó hasta el lugar de partida era un dominicano creyente 100% y cantante de bachata y sones caribeños varios. Lo reconozco me encandiló con sus historias varias y al final de la carrera le compré un CD (Mireia ya sabes cuál va a ser tu regalo ;)

El camino en mini-autocar al lugar duró unas dos horas y algo. El paisaje alternaba 100 tonalidades de verdes con colores vivos (azules, rosas e incluso lilas) de las viviendas de una sola planta que bordeaban el camino. Aquí y allá se dejaban caer unas vacas que pastaban en terrenos diagonales donde yo difícilmente hubiese podido mantener el equilibrio (de estoy segura de que de alguna de ellas es producto el queso Turrialba que hay en mi nevera).

cartel situado en la taquilla del monumento...
para que luego no digas que no estás avisad@
Tras un par de kilómetros de camino de tierra con boquetes de varios centímetros de diámetro (que hacían imposible sorber el café sin que se te derramase por encima… hecho que efectivamente me pasó) llegamos al Monumento Nacional Guayabo. A decir verdad, el cartel de la entrada me tiró un poco "patrás" pero ya sabéis que una es valiente como la que más así que, me armé de valor y decidí afrontar con entereza a cualquier bicho que se cruzase en mi camino.

esferas de piedra
fuente
Nuestro guía Iván, profesor ya retirado, tenía ese brillo en los ojos que solo los amantes de su profesión logran conversar con el paso de las lunas.  Nos explicó que… navegantes y astrónomos eran profesiones sinónimas hace algunos cientos de años… que las mujeres eran sabias respetadas… que el matriarcado era el régimen establecido… que la nueva arqueología consiste en no excavarlo todo sino un pedazo de terreno y el resto inferirlo a través de medios tecnológicos… que deberíamos cuestionarnos, y mucho, si Colón descubrió América y qué descubrieron los pueblos que habitaban Costa Rica… que las esferas de piedra no simbolizaban la fuerza o la jerarquía de alguien sino que constituían puntos clave para el establecimiento de coordenadas para navegar (aquí van dos vídeos de Jiménez del Oso para ampliar conocimientos sobre las esferas: vídeo 1 y vídeo 2)… que los antiguos leían el mar a partir de su propia vivencia personal, etc. Con ese estoniano de ojos vivarachos una podría pasarse horas escuchándole hablar de historias de la humanidad pasadas, presentes y hasta futuras (os recomiendo que si visitáis este país, lo busquéis y os apuntéis a alguna de las excursiones que guía, no os defraudará).

Antes de salir, y como una quiere probarlo todo, por 500 colones le pedí al señor que me regalara una pipa (coco tierno) que fui sorbiendo durante un buen rato, feliz como una perdiz.

profesor Iván, la pipa y yo
foto cortesía de Tatiana (¡GRACIAS! :)
A la vuelta, paradas de rigor para, por un lado, comprar quesos en el Rancho del Sapito (que a día apenas conservan una cuarta parte de su esplendor y grosor) y, por otro lado, para llenar la panza con algo sabroso en un ambiente 100% tico, en el Restaurante La Cocina de Mi pueblo (que está en Capellades… pero de Costa Rica).

Con el sueño pisándome las neuronas llegamos a San José. Un pequeño paseo por las tiendas del centro y un taxista (esta vez un joven de 34 años con hijos de 16, 14 y 2, respectivamente) que me contó la historia de sus últimos 20 años de vida.

Así, con la cabeza llena de leyendas, saberes, retazos de vida de otr@s, esferas, ritos, calzadas que llevaban y llevan hacia regiones del ayer transformadas por el viento de los años, sabores típicos, risas y diálogos compartidos, fotografías para soldar recuerdos, y un sinfín de chunches varios en mi cabeza me dispuse a disfrutar de un sueño reparador para iniciar una semana de stress-yourself.

¡¡¡GRACIAS JOHNNY Y TATIANA POR ESTE VIAJE AL PASADO EN EL MÁS VÍVIDO PRESENTE!!!
Tatiana y Johnny unos acompañantes de bandera :D

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